En este panel se expusieron modelos de regulación de cannabis y propuestas de regulación de amapola en distintos países de la región, y se hizo una evaluación de la implementación desde lo local hasta lo internacional.

Jenna Valleriani del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Salud y Educación del Cannabis haló sobre la experiencia de Canadá en la legalización de la marihuana. Explicó que su legislación prevé el control del Estado de la posesión, venta y destrucción de esta droga. Prevén protección a menores de edad y cantidades de posesión legales. No pasó nada catastrófico con esta regulación, dijo. Para dar un paso como este es necesario tener una buena educación pública, trabajo con organizaciones civiles, generar indicadores y mediciones sobre uso de sustancias y su relación con la salud pública.

Por su parte ShaleenTitle, Comisionada de la Comisión para el Control de la Cannabis de Massachusetts explicó que la legalizaciones de las drogas no puede llegar sin que exista una justicia social.

La experta Catalina Pérez Correa, Investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) señaló que en México no se puede solo legalizar la marihuana, no estamos dispuestos a aceptar daños derivados de la prohibición de otras sustancias. Debe legalizarse la marihuana, la amapola, todas bajo la protección del Estado.

Yuritzia López Gómez: medica cirujana originaria de Guerrero, explicó que en este estado mexicano desde hace más de 40 años se ha cultivado la amapola y más de cien mil familias, de mil 287 comunidades, dependen de esta actividad. Desde las autoridades han intentado cambiar la actividad económica pero ninguna es redituable ni resulta efectiva para las y los agricultores debido a la orografía y clima de la región. Por ello, las y los
campesinos piden la legalización de la amapola para asegurar el precio de su producto y dejar de ser víctimas de violencia.